Dificultades en la alimentación infantil
El desarrollo de la alimentación infantil es uno de los aspectos del desarrollo a los que se debe prestar especial atención, ya que en la acción de alimentarse se encuentran interconectados distintos sistemas funcionales relevantes para una maduración óptima de los pequeños.
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¿Sabías que es usual que pequeños que tienen un retraso en el desarrollo del lenguaje presenten o hayan presentado dificultades de alimentación? Por ello, es importante reconocer las alteraciones en la forma en que un menor se alimenta, pues esas particularidades pueden ser indicadores de dificultades en alguno de los sistemas involucrados.
Existen diferentes sistemas, procesos y habilidades necesarias para que la alimentación pueda darse de forma exitosa, a continuación te platicamos un poco sobre todos estos factores.
“El procesamiento de información sensorial (sabores, olores, texturas y aspecto de los alimentos), tiene especial relevancia dentro de los sistemas relacionados con la alimentación ya que comer requiere del uso de todos nuestros sentidos de manera coordinada, pues debemos procesar información vestibular, propioceptiva, visual, auditiva, olfativa y táctil.
“El sistema vestibular es el encargado de mantener la cabeza elevada, sentarse derecho y cambiar la mirada de la comida al cuidador y otras cosas alrededor del niño.
“El sentido propioceptivo es el encargado de proporcionar información de las articulaciones y los músculos para darnos conciencia de la posición de nuestro cuerpo, y la cantidad de fuerza que empleamos en las diferentes actividades de la vida cotidiana.
Algunos niños pueden ser etiquetados como quisquillosos
para aceptar alimentos, cuando en realidad presentan respuestas sensoriales inusuales, es decir que su sistema de procesamiento sensorial responde de forma excesiva al olor, sabor o textura de ciertos alimentos. Así mismo, pueden reaccionar de forma desmodulada a la información sensorial de su entorno, como al perfume de la persona que lo alimenta, a las luces o a la temperatura de la habitación.
Una percepción sensorial deficiente pueden generar que los niños no distingan la textura u olor de la comida, por lo cual tarden más tiempo en poder masticar o en percibir la cantidad de comida que meten en su boca y llegar a atragantarse.
Puede ser que al presentar reacciones atípicas ante ciertos estímulos busquen actividades que impliquen otros sistemas sensoriales como ayuda para organizarse, tales como necesitar un juguete o tener que desplazarse constantemente mientras comen.
También juegan un papel relevante las habilidades sensoriomotoras, que ayudan a la alimentación (masticar, tragar, mantener la postura de sentarse, sujeta y manejar los cubiertos, manipular objetos).
La planeación motora es otro aspecto importante a la hora de la comida ya que requiere la coordinación de ciertas estructuras orofaciales como: labios, lengua, mandíbula y respiración. Alteraciones en la planeación motora implican un reto mayor en relación a la respiración debido a que los menores en ocasiones presentan arcadas, para proteger sus vías aérea y no ahogarse. La coordinación orofacial es un elemento crucial para el desarrollo del habla en los pequeños.
Una adecuada coordinación de la vista y la mano también es esencial para llevar la comida a la boca, así como para recoger la comida del plato. Cuando esto no se logra, en ocasiones pueden parecer niños distraídos y desordenados al comer, por lo que muy comúnmente se le atribuye a un tema dificultades conductuales.
Dentro de los elementos que asocian la alimentación, la conducta y el desarrollo de la alimentación, también se deben considerar las habilidades emocionales funcionales. Desde la posibilidad de regulación de cada pequeño al esperar o al calcular la cantidad de alimento óptima a ingerir, hasta la vinculación con el cuidador que acompaña en el momento de comer.
Como vemos, cada pequeño es único y las posibilidades de combinaciones de todos estos elementos son inmensas. Por esto, es muy importante que esta individualidad sea considerada antes de cualquier intervención.
Partiendo del reconocimiento del perfil de cada niña y niño podemos responder ¿Por qué mi hija o mi hijo tiene dificultades para alimentarse? Y con la respuesta a esta cuestión, podemos orientarles en la segunda interrogante ¿qué puedo hacer para ayudarle? Ofreciendo de esta manera acciones óptimas para la mejora de cada pequeño.
En @centrotakumi contamos con especialistas en las áreas de Habla, Lenguaje, Neuropsicología, Integración Sensorial, Desarrollo Emocional Funcional y Prácticas de Crianza, quienes podrán ayudarle a la adecuada identificación del área prioritaria de atención para resolver estas dificultades.