Estas actividades no solo son divertidas y emocionantes, sino que también impulsan el desarrollo de importantes funciones neuropsicológicas necesarias para el procesamiento sensorial y el lenguaje.

El juego y el movimiento estimulan el desarrollo cognitivo de los niños al promover la atención, la memoria, el razonamiento y la resolución de problemas. A medida que los niños se involucran en el juego activo y el movimiento, se fomenta la activación y la conexión de diversas áreas del cerebro, lo que contribuye al desarrollo de habilidades lingüísticas.

Una función neuropsicológica clave que se beneficia del juego y el movimiento es la coordinación motora. El juego físico y las actividades que implican movimientos corporales complejos ayudan a fortalecer los músculos y mejorar la coordinación mano-ojo. Estas habilidades motoras finas y gruesas son esenciales para el desarrollo de la destreza y precisión necesarias en la producción del habla y la articulación.

El juego y el movimiento también fomentan el desarrollo de habilidades sensoriales. A través de la exploración activa y la interacción con el entorno, los niños experimentan una variedad de estímulos sensoriales, como texturas, sonidos, olores y sabores. Esta estimulación sensorial desempeña un papel fundamental en el desarrollo del procesamiento sensorial, lo que les permite a los niños interpretar y comprender la información sensorial que reciben del mundo que los rodea.

La interacción social que se produce durante el juego también es esencial para el desarrollo del lenguaje. El juego cooperativo y el juego simbólico fomentan la comunicación, la toma de turnos, la comprensión de las emociones y el desarrollo de habilidades sociales. A medida que los niños interactúan con otros, practican el uso del lenguaje para expresar sus deseos, necesidades y pensamientos, fortaleciendo así su capacidad para comunicarse de manera efectiva.

Por el contrario, entre menor sea el tiempo que los bebés pasen en un contacto significativo con sus cuidadores primarios, mayor será el déficit que se genere.

En Centro Takumi, comprendemos la importancia de estas funciones neuropsicológicas para el desarrollo del lenguaje. Nuestros planes de intervención terapéutica individualizados integran el juego y el movimiento de manera creativa y estructurada para estimular el desarrollo de estas habilidades fundamentales. Nuestro enfoque multidisciplinario, se basa en la evidencia científica y está diseñado para promover un desarrollo integral, de acuerdo a la forma natural en que se construyen los circuitos neuropsicológicos necesarios para su desarrollo.

Si tu hijo está experimentando dificultades en el desarrollo del lenguaje, te invitamos a explorar los servicios que ofrece Centro Takumi en www.centrotakumi.com. Nuestro equipo de especialistas altamente capacitados está listo para ayudar a tu hijo a alcanzar su máximo potencial lingüístico y sensorial a través del juego, el movimiento y una atención personalizada. ¡Juntos podemos construir un futuro brillante para tu hijo!